Cuenta la leyenda que al término de los festejos de aquel diciembre de 1653, dos indios en estado de embriaguez iban hacia Matambú, de vuelta a sus ranchos. En un momento dado, empezaron a discutir cerca del Cerro de las Cruces y pasando del dico al hecho, esgrimiento sendos garrotes, se agredieron mutuamente.
Una india que venía un poco más atrás, se horrorizó al ver aquella lucha que llevaba intenciones de terminar con la existencia del perdedor e invocó a la Virgen de Guadalupe para que terminara con el pleito.
Pocos instantes después, una yegua negra salió de entre un montazal cercano y la emprendió a coces y mordiscos contra los encarnizados combatientes, separándolos y haciéndoles postrarse en el polvoriento camino.
Luego la yegua negra desapareció; tanto los indios enemigos, como la india, vieron en ella una intervención divina.
Desde entonces, al conocerse en toda la comarca tan extraordinaria historia, se incluyó dentro del festejo de la Virgen de Guadalupe y un baile que se hace delante de la procesión del once de diciembre, cnmemora aquel hecho.
Referencia
Zeledón Cartín, E. (2018). Leyendas costarricenses. Universidad Nacional.