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La leyenda de Tapezco

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… Y Tapezco, ¿qué significa?

Tapezco, les voy a decirm Tapezco era un indio Boto o un indio Güetar.

Era un cacique de mucho mando y de mucha idea, según me he informado por las huacas.

Hay entierros de esos, que tienen hasta diez calaveras acomodadas en los pies del esqueleto, con muchas flechas y muichas mazas de puro mármol, y tienen también cabezas de tigre y ollas como esmaltadas de amarillo con pájaros “pintaos”, que parecen gavilanes peleando con serpientes , con todo y hacha.

Yo pienso que los indios eran bravos y que peleaban con los Toris que vivían en el Río San Juan.

El caso es que, viendo los relatos de las ollitas, a cada siete lunas Tapezco peleaba con Tori o con Yari, para robarles las mujeres y los muchachos y que, una vez, los caciques de Tori, de Cutris y de Yari, alguna pelea tuvieron, con los Botos.

El día estaba oscuro, sin duda la luna le puso algún “eclis” al sol.

Tapezco no estaba…

Tapezco había subido al volcán para consultar con la “Dabaida” cómo celebrar la fiesta del gavilán, que bajó del cielo para destruir la cosa mala y hacer más las plantas.

Cuando volvió, encontró el pueblo desolado y de su gente mucha muerte. Corrió entonces, subiendo la colina que estáa al norte y como viera la caravana de sus enemigos que huían, rugió como un león y llamó a la Dabaiba, la cual, vomitando fuego por sus fauces, sacudió la montaña y abrió la laguna por allí por el Espino, ese río que está allí abajo como torrente con piedras y lodo inundió las cuencas de La Vieja, de Ron Ron y del Safino: desbarató las cataratas de La Vieja cerca de Villa Quesada donde hay una leyenda; hizo rodar la puedra en la Isla de la Luna, frente al Río Tres Amigos y llenó de arenas todo el cauce del Gran San Cutris, hasta Rosalía, dejando enormes palos atravesados como puentes.

La cabeza de agua, de piedra y de lodo fue grande; pero no tan potentes como la correntada del Río San Juan, -que, sintiéndose vapuleada- estrujó su raudal contra la avalancha y detuvo la cólera de la Dabaida, dejando un gran delta en la desembocadura del río que llamamos hoy San Carlos.

Todo seso hizo la Daibaiba, muriendo Tapezco después de haber realizado el mutuo acuerdo, para destruir a Tori con fuego y agua.

Referencia

Zeledón Cartín, E. (2018). Leyendas costarricenses. Universidad Nacional.

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