Skip to content

Puente de Piedra

  • by

Hay numerosos pueblos en Costa Rica que son poseedores de una hermosa tradición o una leyenda novedosa. Uno de esos pueblos es el Puente de Piedra, distrito de Grecia, pues bien en este lugar hay uno de los puentes naturales que tiene Costa Rica.  

El nombre Puente de Piedra, tiene su leyenda y bastante bonita, ya que refleja la forma de que un tico logró hacer que el diablo le incumpliera un trato para él salir ganando.

Resulta que un campesino humilde, vivía en aquellos tiempos bastante dejado de la mano de la Diosa Fortuna.  Este campesino cómo cualquier mortal deseaba disfrutar de lo mejor de la vida, sin tener de donde echar mano. Ni siquiera un pariente rico, tonto, para que le facilitara medios sin alegar nada más que el parentesco.

No se sabe quién actuó cómo  agente de enlace entre el señor dictador del infierno y el campesino. Lo que se afirma es que ellos 2 llegaron a un acuerdo, en el cual nuestro campesino obtendría una hermosa finca a cambio de su alma. Seguramente el alma de este humilde campesino valía más que otras, ya que el diablo se comprometió además a adjudicar la finca y construir un puente para que el campesino no tuviera dificultades a la hora de salir hacia la ciudad.

Antes de la firma del contrato se dejó bien claro que a las cinco de la mañana estaría totalmente construido el puente, de lo contrario el contrato no tendría validez. Cómo en aquella época los despertadores apenas se estaban promocionando. Entonces se quedó que cuando el gallo de la casa del agricultor cantara la primera vez, el puente debería estar concluido. 

Llegado el día, el gallo lanzó su quiriqui, unos minutos antes de que fueran las cinco de la mañana. Escasamente le faltaba al diablo colocar la última piedra para dejar totalmente concluida la extraordinaria obra. Sencillamente nuestro campesino se había valido de una artimaña para obligar al gallo a cantar antes de su hora acostumbrada.

Por esa circunstancia es que el Puente de Piedra tiene por debajo y casi al centro del majestuoso arco que lo forma, un hueco que bien puede alojar una piedra.  

Dicen que muchos han completado la obra, pero al día siguiente aparece en el suelo la piedra con la que se llenó el hueco misteriosamente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *