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El fraile sin cabeza

Fue un cura tico que emigró al Perú. Ahí la sabia y santa inquisición, con buen juicio y lindamente le cortó la cabeza por mujeriego, descarado y avaro. Todavia la anda buscado desolado .

Todo lo que te estoy contando que es cierto de Escazú ha salido, todo lo portentoso, todo lo que suspende proviene de este pueblo que es una maravilla, y que nosotros por acá creíamos que se iba a declarar todo el monumento nacional, pero no contábamos con los gobiernos conchos que padecemos.

El año empezó con la invasión de nuevos ricos, siguió con autoridades novelaras. Uno de ellos quiso modernizar, palabras textuales, el pueblo. y empezó tomando los higuerones de su plaza, donde tanto amábamos sestear las ánimas en penas.

A este o con este, debutó un cura regocijánte que desde el púlpito aconsejo a sus feligreses “Boten las casas viejas, háganlo todo nuevo para que nos sigan visitando los artistas”, ¿qué te parece? Y para dar el ejemplo arrincono los altares coloniales barrocos que eran una maravilla y puso altares de mármol italiano y sustituyó a las imágenes sevillanas por imágenes de papel maché, made in Barcelona.

Así es que con nuevos ricos que ignoran lo que es el arte, con gobiernos descuidados y con autoridades novelares y con curas que por sus estudios deberían ser más comprensivos, Escazú terminó. Son estas historias que también pronto desaparecerán el último recuerdo del pueblo más hermoso que tuvo nuestra patria.

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