La leyenda cuenta que en el pueblo de Aserrí había una famosa bruja llamada Zárate, que se enamoró perdidamente del gobernador español del pueblo. Él la despreció y por ello, ella juró venganza. Días después, amaneció la aldea convertida en una enorme piedra, los habitantes como animales de la montaña y el español pasó a ser un pavo real.
Fue después del encantamiento de la bruja, que el pueblo se llamó Aserrí y que comenzaron a llegar nuevos pobladores que no sabían que en la piedra habitaba una antigua bruja. En la noche ella abría la piedra para dar hogar a todos los animales, hasta al pavo real. Un día, un hombre llamado Diógenes Olmedo fue a visitar a la
bruja para probar si le daba buena suerte y fortuna. Al no encontrar a la bruja en la noche, decidió recostarse en la piedra y se quedó dormido. Al rato llegaron unas palomas que le hablaron con voz humana y le dijeron las
palabras que tenía que decir para hablar con Zárate. Después de ello apareció la bruja y él le contó su pesar, pues su esposa había desaparecido. La bruja se conmovió y por ello le dio unos frutos y le dijo que las palomas le
tendrían una sorpresa mañana. El hombre se desilusionó, pero al día siguiente los frutos eran de oro y escuchó el clamor de unas voces femeninas, y miró a su mujer volver con las amigas que habían desaparecido.
Fuente Imagen: https://micostaricadeantano.com/2021/02/25/la-piedra-de-aserri-aserri-san-jose/
*Recopilación: Daniela Argüello,
estudiante TCU-486