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La hora del café en Costa Rica: cómo ha sido su evolución

De acuerdo con Céspedes, Flores, Guevara y Úbeda (2017) los hábitos alimentarios son la expresión de las creencias y tradiciones alimentarias de una población y están ligados al medio geográfico y a la disponibilidad de alimentos. Los factores que los condicionan son
de tipo económico, religioso, psicológico y pragmático.
A la hora de describir la alimentación de una población
no se debe olvidar analizar su patrón alimentario, es decir, los alimentos y bebidas que se comen con mayor frecuencia. En el desayuno, el almuerzo, las meriendas y en menor medida la cena, la bebida más consumida por los costarricenses es el café. Incluso, según Aguirre (2016) Costa Rica ocupa el puesto dieciocho en el ranking mundial de consumo de café. En el proyecto realizado por Céspedes et al. (2017) se revisaron diez estudios ejecutados en Costa Rica y se determinó que los hábitos alimentarios de la población se caracterizan por la realización de 3 a 5 tiempos de comida, incluyendo el desayuno, el almuerzo y la cena, además de las meriendas entre comida

No obstante, la merienda de la tarde suele realizarse con más frecuencia. La popularidad del consumo de
café en nuestro país se debe a lo que se mencionó inicialmente, debido a que la historia del cultivo del grano del café en el país tiene una relevancia económica y política que influencian las tradiciones y la
cultura alimentaria del país. De acuerdo con el Instituto de Café de Costa Rica ICAFE (2020) en 1808 se inició el cultivo de café y Costa Rica fue el primer país centroamericano que estableció esta industria. En 1840,
don Braulio Carrillo pensaba que el Gobierno debía dirigir la política cafetalera y encargarse de buscar mercados, con énfasis en el inglés. Por eso, paralelo al apoyo de la siembra ordenó construir el camino al Atlántico que le permitiría a Costa Rica tener una ruta directa hacia los puertos británicos. También, se tomaron medidas para impulsar esta industria, como: La distribución de plantas de café gratuitas, se eximió al
café del pago del diezmo y se decretó que cualquiera que

cultiva café por 5 años en tierra
baldía podría reclamarla suya.
Posteriormente la construcción
del camino del Atlántico
se suspendió, y se inició la
construcción del camino a
Puntarenas, que concluyó
en 1846. Esto revolucionó el
comercio del café, porque
permitió sustituir las mulas
por carretas, y permitiendo la
consolidación del grano como el
único producto de exportación
de Costa Rica, hasta 1890, y en el
pivote de la economía nacional.
Durante ese período su cultivo se
extendió a tierras del Occidente
del Valle Central, aptas para el
cultivo por sus características de
topografía y clima y conexión

con esa carretera por caminos
secundarios.
Actualmente, la actividad
cafetalera beneficia a 38.804
familias productoras de café en 8
regiones del país ubicadas en el
Valle Central, Tres Ríos, Turrialba,
Brunca, Guanacaste, Tarrazú,
Orosí y Valle Occidental que
suman en total 93.697 hectáreas,
es decir, un 1,8% del territorio
nacional. Además, el valor
La evolución de…
económico de las exportaciones
de café para el año 2017 fue de
aproximadamente 302 millones
de dólares. (Rivera, 2019)

Consecuentemente, la
infusión del café es una bebida
característica de la cultura
costarricense.

Al nivel que para
un costarricense la merienda de
la tarde tiene otro nombre, y se
le conoce como la hora del café.
Cuando se habla de la hora del
café, no se hace alusión a una
hora, sino a una tradición que
ocurre entre el almuerzo y la
cena y cuyo significado cambia
según el contexto en donde
ocurra. La hora del café en un
domingo en la casa de la abuela
es un momento para convivir y
compartir en familia, mientras
que un miércoles en la oficina es
un espacio para despejarse de
la carga laboral del día, inclusive
cuando se le ofrece a alguien
tomarse un café, representa un
acto de educación y cordialidad.

No obstante, el significado de esta tradición no es lo único
que varía, ya que este hábito alimentario no sólo consiste en
tomar café, sino que también se suelen consumir alimentos.
Actualmente, el consumo de alimentos se ha homogenizado
e industrializado, ya que las personas les asocian beneficios
como: una mayor accesibilidad y disponibilidad de alimentos de
conveniencia, porque ahorran tiempo y no requieren de un proceso de aprendizaje culinario, pues, muchos son alimentos listos para consumir. (Contreras, 2019)
De acuerdo con Sedó (2015), estos productos se caracteriza por su ultra procesamiento y escaso valor nutricional, que pone en riesgo el estado
nutricional de las personas. Además, estos cambios han provocado la marginación de los alimentos y preparaciones tradicionales, que forman
parte del patrimonio cultural costarricense. En el estudio realizado por Céspedes etal. (2017) los alimentos más consumidos actualmente en
la hora del café o merienda de la tarde son las galletas,

los “snacks”, los postres y la
repostería salada o dulce y en
menor cantidad el pan o las
tortillas. A su vez se incluyen
quesos, derivados lácteos como
la natilla y embutidos como el
paté y la mortadela.
Tiempo atrás los alimentos que
se consumían en este tiempo
de comida eran distintos y
se caracterizaban porque no
eran procesados, sino que se
elaboraban en el hogar con
alimentos y técnicas culinarias
tradicionales. A la hora de
consultar con adultos mayores
acerca de cuáles alimentos solían
consumir para acompañar el
café, se mencionaron una gran
variedad de preparaciones
tradicionales dulces y saladas

como: arepas, bizcochos, tamal
asado, tamal de elote, tamal de
maicena, budín, chorreadas, pan
de yuca, tortillas de queso, pan
casero y muchos otros.
Esta oferta de preparaciones
tradicionales se caracteriza
porque en su elaboración se
aprovechan productos agrícolas
tradicionales disponibles, de
fácil acceso y con un elevado
valor nutritivo como el maíz,
el plátano maduro, la yuca, la
piña, etc. Por eso, con el objetivo
de rescatar la alimentación
tradicional costarricense, se debe
fomentar la elaboración de estas
preparaciones en la hora del café.
Por ejemplo, las arepas son una
preparación dulce y sencilla que
podría incluirse en este tiempo

de comida y para elaborarlas
sólo se deben mezclar 3 tazas de
harina de trigo, 1 taza de tapa
dulce rallada, 2 cucharadas de
mantequilla, ½ cucharadita de
bicarbonato de sodio y 2 huevos.
Luego se forman bolitas, se
aplastan y se cocinan a ambos
lados en un comal. Una vez listas,
se disfrutan con un buen jarro de
café o agua dulce.

Créditos:

Mari Paz Vargas Jaramillo
Estudiante, TCU-486

Imagen tomada de: https://www.facebook.com/ChefSeleniaLive/photos/tortillas-guanacastecas-con-sal-o-sin-sal-c%C3%B3mo-se-las-sirvo-imagen-tomada-del-si/4443223852371227/

Referencias Bibliográficas:

Céspedes, C., Flores, N., Guevara, D., y Úbeda, L. (2017). Análisis de los hábitos alimentarios de un grupo de personas costarricenses de 15 a 65 años residente en el área urbana durante el 2014 y 2015. (tesis de licenciatura). Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica.

Aguirre, J. (2016). Los millennials y el consumo de café. Tec Empresarial, 10 (2): 17-28.


ICAFE (2020). Exportación de Café de Costa Rica con tendencia positiva en el mercado. San José, Costa Rica. Recuperado de:
http://www.icafe.cr/exportacionde-cafe-de-costa-rica-con-tendencia-positiva-en-elmercado/

ICAFE (2020). Historia del Café de Costa Rica. San José, Costa Rica. Recuperado de: http://www.icafe.cr/nuestrocafe/historia/


Rivera, D. (2019). Propuesta de mejora para la exportación de café tostado a Japón para la Asociación Centro de Vida
Independiente Morpho. (tesis de licenciatura). Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica

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