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Evolución del transporte en Costa Rica

Este artículo abarca el tema “Cómo era la vida antes de los medios de transporte que existen hoy en día”, además de reseñas históricas sobre la aparición y
la evolución de los mismos a lo largo del siglo XX. Muchos de los datos fueron contados por la entrevistada Ivonne Venegas la cual pasó parte de su vida tanto en Guanacaste como en San José.
Transporte en Costa Rica durante el siglo XX. Existe una larga historia en la cual el transporte fue cambiando
la forma en la que las personas se desplazaban de un lugar a 64 otro y a su vez, como este se fue transformando y expandiendo a lo largo del país hasta llegar a lo que es hoy en día. Los inicios del transporte se remontan con la llegada de la colonia española a Costa Rica, en la cual el país se enfrentó a una serie de cambios impuestos

por los conquistadores, en este caso el transporte por mulas era el más utilizado, dicha herencia quedó en la identidad del costarricense a partir de esa época hasta la actualidad, posteriormente en el siglo XIX predominó el uso de la carreta la cual se convirtió en uno de los símbolos nacionales más queridos y populares, además
durante la mitad de este siglo se fortaleció la exportación de café y la carreta jugó un papel fundamental en el desarrollo de esta actividad económica (Cartín M. 2018). Posteriormente en 1890 se dio la inauguración del ferrocarril al atlántico luego de 30 años de construcción. Pero no fue hasta
1910 que se comunicaron las dos costas por medio del ferrocarril. Los habitantes de la capital que circulaban durante estas épocas no se tenían que ver envueltos en las aglomeraciones vehiculares

las cuales consumen la paciencia
de miles de personas todos los
días, en cambio el ferrocarril era
un medio de transporte rápido,
seguro, eficiente y respetuoso
en gran medida con el medio
ambiente y además fue una gran
fuente de desarrollo (Cartín M.
2018).


La llegada del primer vehículo
automotor ocurrió a inicios del
siglo XX; aunque este tipo de
vehículos se introdujo de manera
relativamente lenta transformó
la vida de la gran mayoría de
las personas de vivían en el país
(Cartín M. 2018).


Durante las siguientes décadas
los sistemas de transporte fueron
mejorando mediante la llegada

de nuevas unidades de vehículos,
maquinaria, camiones y buses los
cuales ayudaron a incrementar
el flujo del transporte público
más allá de San José así como
también se dió el aumento
de la cobertura vial en todo
el territorio nacional hasta
abarcar un total de 35.330 km de
carreteras nacionales y regionales
que interconectan las principales
ciudades del país (Quesada A.
2008).


Como era la vida de las
personas antes del transporte
público


Hace apenas unas décadas,
Costa Rica era un país muy
diferente del que vemos hoy
en día, y la vida de las personas

que vivían en las zonas rurales
como en los centros urbanos
se desarrollaba de manera
muy diferente. El transporte
jugó un papel fundamental en
todo este proceso, pero este se
desarrolló de manera paulatina y
al principio los pocos medios de
transporte se ubicaban en muy
pocas zonas por lo que no estuvo
al alcance de un gran porcentaje
de la población, sobre todo de
aquellas personas que vivían en
zonas rurales.


Un ejemplo es la entrevistada
Ivonne Venegas Espinales, nació
en 1947 en Guanacaste y por
medio de una charla telefónica
relató varios aspectos sobre
cómo era la vida en las zonas
rurales hace unas cuantas

décadas y cómo vivió la aparición
de los diferentes medios de
transporte conforme pasaban
los años. Al igual que muchas
personas que viven hoy en día
en zonas alejadas de los centros
urbanos, Ivonne tuvo que recurrir
al primer medio de transporte:
caminar.

Cuando tenía 6 años se
desplazaba a la escuela la cual se
encontraba ubicada en Quebrada
Grande, en Guanacaste; recorría
grandes distancias y caminaba
una hora y media tanto para ir
como para devolverse, cruzando
un puente el cual era un tronco
que unía los dos extremos de
la quebrada, la cual en invierno
era bastante peligrosa por las
crecidas ocasionadas por las

lluvias (Venegas I, Comunicación
telefónica, 2 de Julio del 2020).
Este era el día a día de
muchas personas ya que al no
haber carreteras o caminos
empedrados en estas zonas
era imposible trasladarse por
medio del transporte público y
en muchas zonas lo sigue siendo
hoy en día. Pero existían otros
medios por los cuales muchas de
estas personas se desplazaban:
los animales; tal como nos
cuenta Ivonne ella también
se desplazaba por medio del
caballo para ir a la escuela y
esto acortaba el tiempo a unos
cuarenta minutos desde la Finca
Buena Vista hasta Quebrada
Grande. Otros de los animales
los cuales eran usados a lo largo

de todo el país para transportar
tanto personas como mercancías
y objetos eran la mula, el burro
y los bueyes, estos últimos se
encargaban de tirar de uno de
los medios de transporte más
importantes e icónicos de
Costa Rica: la carreta (Venegas
I, Comunicación telefónica, 2 de
Julio del 2020).
Las carretas jaladas por bueyes
predominaron por muchas
décadas pero se utilizaban
casi exclusivamente para el
transporte de mercancías, por
ejemplo Ivonne nos cuenta que
durante una mudanza desde la
finca Buena Vista hacia Liberia,
toda su familia se tuvo que
mudar y usaron una carreta
para trasladar todo lo que

pudieron meter como sartenes,
utensilios de cocina, cuadros,
ropa y uno que otro mueble
de menor tamaño (Venegas I,
Comunicación telefónica, 2 de
Julio del 2020).
Durante su estadía en la
finca las carretas eran usadas
para trasladar frijoles, leña y
café los cuales eran vendidos
en las ferias y algunas veces se
usaban caballos para transportar
pequeñas cantidades de café
(Venegas I, Comunicación
telefónica, 2 de Julio del 2020).
Desde mediados del siglo XIX,
las carretas de bueyes eran
utilizadas para transportar el
grano de café desde el valle
central de Costa Rica, en las

montañas, a Puntarenas, en
la costa del Pacífico. Un viaje
requería de aproximadamente
10 a 15 días. Las carretas de
bueyes tenían ruedas sin radios,
este era un híbrido entre el
disco usado por los aztecas y
la rueda de radios introducida
por los españoles, este tipo
de ruedas eran ideales para
avanzar en medio del fango sin
atascarse ya que como mencioné
anteriormente, muchos de los
caminos eran de tierra y cuando
llegaba la temporada lluviosa el
fango era un problema

para los caballos dependiendo del terreno. En muchos casos, las carretas de bueyes eran el único medio de transporte de una familia y simbolizaban su estatuto social (UNESCO, 2008). Después de la carreta, existía
otro medio de transporte el cual empezó a operar en 1921 y formó parte importante de la estructura vial durante varias décadas, además se convirtieron
en un elemento icónico y en un símbolo del desarrollo
del transporte, estas eran las llamadas Cazadoras, Ivonne nos cuenta que este era como un bus de color amarillo y mucho más pequeño que los actuales,
además tenía una parte delantera mucho más pronunciada, como si fuera una “trompa”, la cazadora
salía una vez al día y a una sola hora determinada, por lo que muchas veces “había que correr” para poder alcanzarla (Venegas I, Comunicación telefónica, 2 de
Julio del 2020). A diferencia de los buses actuales, las cazadoras se fabricaban a gusto del cliente y atendían a las necesidades del transporte de la zona. El número de pasajeros variaba, y la mayoría de modelos tenían una cajuela atrás para la carga de diferentes bienes lo que permitía a las personas transportar sus mercancías de un punto a otro

mucho más rápido además en las cazadoras que hacían viajes a los pueblos rurales también solían viajar animales, particularmente de granja. Aun así, durante
muchos años las cazadoras tuvieron la competencia directa de las carretas, que se negaban a desaparecer como vehículo de carga. Estas últimas eran más aptas para los caminos hechos de arena de río o caminos de tierra, que estaban llenos de baches en verano y de barro en invierno (Portilla A. 2016). Uno de los elementos característicos de las cazadoras era su pintura, la cual era una muestra de arte popular y se
pintaban al gusto del o de los dueños. Los diseños eran tan variados como los gustos de los propietarios, había desde carrocerías de colores sólidos, hasta coloridos diseños de plantas o animales. La pintura se complementaba, en la mayoría de los casos, con el
nombre del vehículo, que podía tener orígenes muy variados. En algunos pueblos se les ponían nombres o apodos de personajes de la comunidad, costumbre que se mantiene hoy en día en lugares como Acosta y Orosí. Otros tenían que ver con familiares del dueño, o
con muchos otros motivos; por estas razones la cazadora era mucho más que un simple medio de transporte (Portilla A. 2016). En cuanto al nombre genérico, “cazadora”, hay varias versiones. Algunas apuntan que se debía a la similitud con las jaulas para “cazar” pájaros, porque

tenían formas redondeadas y
al principio eran abiertas con
una gran cantidad de ventanas.
Otras en cambio sugieren que
el nombre hacía referencia a
la costumbre de esperar en
las terminales hasta que se
llenaran de pasajeros, es decir, se
quedaban “cazando”. (Portilla A.
2016).
Ivonne menciona como estas
cazadoras sirvieron para realizar
viajes familiares al centro debido
a que podían subirse todos
los miembros de su numerosa
familia (12 en total) por lo que
facilitó mucho las cosas para las
personas aunque sus principales
limitantes eran las pocas rutas
que realizaban y su horario. Pero
a pesar de que el transporte se
había modernizado mucho, la
gente se seguía valiendo de lo
que fuera para transportarse
según las circunstancias del

momento y del lugar en el que
se encontraban (Venegas I Comunicación telefónica, 2 de
Julio del 2020)

Los buses fueron ampliando
sus horarios en la década de los
90 y las paradas se trasladaron
a nuevas locaciones, aunque
la mayoría de buses no salían
más tarde de las 10 y cada
uno salía en lapsos de 30m o
más dependiendo de la zona
(Venegas I, Comunicación
telefónica, 2 de Julio del 2020).
En cuanto a los carros y a las
bicicletas, Ivonne nos relata que
en 1976 cuando ya estaba en su
primer trabajo como profesora
de un colegio nocturno, existían
muy pocos carros ya que la
gran mayoría de las personas
no podía costear uno por que
los salarios en general eran muy
bajos, en cuanto a las bicicletas
también se veían muy pocas

y era un medio de transporte
poco común para la época
(Venegas I, Comunicación
telefónica, 2 de Julio del 2020).
Además en términos generales,
la presencia de la bicicleta en las
investigaciones académicas se
encuentra apenas en los últimos
años por lo que no existen
registros de su uso en el país más
allá de los relatos de las personas,
posteriormente si se empezaron
a crear análisis del uso de este
medio de transporte siguiendo la
tendencia mundial por repensar
los espacios urbanos y opciones
de movilidad por medios
sustentables y sostenibles. (Pérez
B. 2017)
Los automóviles se empezaron
a importar a Costa Rica durante

la primera década del siglo XX. Fue durante estos primeros años del nuevo siglo que los automóviles empezaron a formar parte de las importaciones y de
las estadísticas comerciales del país (Quesada A. 2008). Aunque estos no formaron parte de la vida diaria de las personas hasta finales del siglo XX e inicios del siglo XXI cuando los automóviles se hicieron más accesibles para la población en general. Ivonne nos relata que aparte del elevado precio, era imposible desplazarse
con ellos en caminos rurales y lugares que no se encontraran en el centro debido a que las carreteras eran más angostas por lo que no eran muy convenientes, por esto la cazadora y la carretera dominaron la forma en la que las personas se transportaban durante gran parte del siglo XX
(Venegas I, Comunicación telefónica, 2 de Julio del 2020).

Gracias a las fuentes consultadas y a la entrevista
con Ivonne Venegas Espinales, podemos revivir un período de la historia de Costa Rica en la cual no existían los medios de transporte tal y como los conocemos hoy en día ni las facilidades que estos han traído a la vida de las personas. Por último quería mencionar una historia que Ivonne me contó sobre su padre, el cual recorría varios kilómetros caminando y jalando una carreta en la cual llevaba diferentes artículos para vender o hacer intercambios, esto nos recuerda que antes de los medios actuales muchas personas realizaban un gran esfuerzo para desplazarse de un punto a otro y poder llevar a cabo sus actividades diarias.

Créditos:

Alejandro Gutiérrez Alañón
Estudiante, TCU-486

Referencias Bibliográficas:

Cartín M. (2018) Historia de los transportes en Costa Rica. Mi Costa Rica de Antaño. Sitio web: https://micostaricadeantano.com/2018/05/09/historia-de-lostransportes-en-costa-rica/

Pérez B. (2017) Uso de la bicicleta en Costa Rica: repaso histórico y caracterización del tipo de ciclistas y su movilidad en el entorno vial nacional.

Portilla A. (2016) Casi un siglo entre cazadoras, buses y camiones de bomberos. Medium. Sitio web: https://medium.com/@xtilla/casi-un-siglo-entre-cazadorasbuses-y-camionesde-bomberos-81466d109c4

Quesada A. (2008) Los primeros automóviles en Costa Rica: el impacto en las importaciones, la legislación y la publicidad.
Diálogos Revista Electrónica de Historia ISSN 1409- 469X. Número especial 2008. Universidad de Costa Rica.


Rodríguez E. (2004) Costa Rica en el siglo XX. EUNED. San José, Costa Rica. Vol.2


UNESCO (2008) La tradición del boyeo y las carretas. Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura. Sitio web: https://ich.unesco.org/es/RL/la-tradicion-del-boyeo-y-lascarretas-00103


Venegas I. (2020) Entrevista con Ivonne Venegas Espinales. Entrevista telefónica. San José, Costa Rica.

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