Skip to content

Mermelada de guayaba

  • by

La señora Alba Ruth Retana Ureña, vecina de Santa María de Dota, participó en la categoría de Dulces y Postres Tradicionales en el Festival de Cocina Doteña con su receta de mermelada de guayaba.

Ingredientes

  • 3 ½ kg de guayaba rosada criolla.
  • ¼ kg de cas.
  • 1700 g de azucar.

Amor y paciencia, un montón.

Preparación

  1. Lave las guayabas y los cases.
  2. Corte el pezón de ambas frutas (pedúnculo).
  3. Parta a la mitad las guayabas y los cases.
  4. Coloque en una olla, y agregue una cantidad de agua que apenas cubra las frutas.
  5. Tape la olla y hierva a temperatura alta.
  6. Disminuya la temperatura para que el contenido de la olla no se derrame. Hierva de quince a veinte minutos más a temperatura baja.
  7. Baje la olla del fuego y deje enfriar.
  8. Licúe y cuele el producto.
  9. Vierta la fruta licuada en una olla grande y agregue el azúcar.
  10. Ponga al fuego la olla y hierva a temperatura alta. Remueva de forma constante con una cuchara de madera para que el contenido no se pegue en el fondo de la olla.
  11. Baje la temperatura a fuego medio, y siga removiendo. Luego baje la temperatura al mínimo y continúe moviendo hasta darle el punto.
  12. Envase la mermelada caliente en frascos y tapas esterilizados previamente.
  13. Ponga los frascos con la tapa hacia abajo sobre un limpión, para así favorecer el cierre hermético. Sumerja los frascos en agua fría para provocar el choque de temperaturas, y evitar la producción de bacterias.

Porción: 2 cucharadas (55 gramos)

Doña Alba nos brinda varios consejos para lograr un buen resultado en la elaboración de esta conserva, los cuales se detallan a continuación:

  • El cas se utiliza para ayudar a la gelificación. Existe la posibilidad de que, si no hay cas, se puede sustituir por jugo de limón ácido o naranjilla.
  • No olvidar que estas mermeladas no tienen preservantes; si se abren los frascos, y queda sobrante, debe refrigerarse para mantener la mermelada en buen estado.
  • El color y el sabor de la guayaba es muy importante para lograr una buena mermelada.
  • El tiempo de cocción es muy importante.
  • Para darle el punto es necesario mover y cocinar durante aproximadamente cuatro horas.

En relación con la historia asociada con esta receta, doña Alba nos comparte el siguiente relato:

Yo recuerdo, cuando estaba muy chiquita, había muchos árboles de guayaba en las cercas o a las orillas de las calles. Las podía tocar con las manos, y el que no, con piedras y garrote. Todo el mundo comía guayabas; era riquísimo después de clases sentarse en media calle a deleitar el sabor de una guayaba, y contar historias con los compañeros. Incluso les cuento que en Dota hay un barrio que se llama el Guayabal, debido a que en ese lugar había un terreno como de seis hectáreas donde solo había árboles de guayaba. Mis tíos las utilizaban para cuidar los cerdos y el ganado; lógicamente muchas se convertían en abono orgánico.

En la actualidad no hay tantos árboles, pero sí se consiguen algunos en el pueblo.


Resulta que nosotros teníamos una vecina que era prima hermana de mi mamá que se llamaba Trina Agüero; a mí me gustaba mucho visitarla porque hacía panes, cajetas, miel de plátano, de guinea, de pan blanco, de leche, empanadas… de lo que Dios le reparara como decía ella, entre las que se encontraba la empanada rellena de guayaba, mermelada que ella misma hacía. Trina me daba la mano y salíamos al jardín, donde había tres árboles de guayaba muy frondosos, y cargados de fruta.


Entonces ella las cogía con la mano, y las echaba en una canasta, luego las lavaba, y les cortaba las partecillas negras, decía ella, las partía y las ponía en una olla con agua, y al fuego a cocinar. Luego las ponía a enfriar, y las echaba en un pascón sobre una olla. Con las manos las despedazaba bien, y las colaba en un colador de tela muy blanco, y hacía todo el proceso que les narré en la preparación.

Ella en lugar de cases le agregaba jugo de limón ácido criollo, porque decía que era para que la mermelada no quedara tan dulcienta y empalagosa, y que ese secreto se lo había dado “Mamita” (la abuelita).


Viendo a Trina aprendí el proceso de la mermelada hace unos cincuenta años. Lo empecé a practicar, porque a mi papá le encantaban las mielcitas por la noche, entonces mi hermana y yo siempre le hacíamos algo dulcito, incluyendo la mermelada de guayaba.


Ahorita la sigo haciendo para vender, a la gente le gusta mucho la conserva, pero no todo el mundo la hace, prefieren comprarla. Pero Gracias a Dios porque a mí me favorecen, pues con los ahorritos adquiridos, me fuí a dar un paseíto a Guatemala.


Quiero escribirles que Dios me premió por tanto que admiraba yo a Trina en su jardín, que me dio la dicha de tener los árboles de guayaba en el patio, y camino un poquito y encuentro los árboles de cas.

Receta tomada de las páginas 54, 55 y 56 del Recetario del Festival de Cocina Doteña.

Fuente de la imagen: https://cookpad.com/es/recetas/697435-jalea-de-guayaba

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *