Mucha gente es ahora incrédula a los espantos. Sin embargo, quiero contarles una historia reciente que pasó en Barrio Nuevo de Orotina, conocido también como “Los Veranillos”.
Mi hermana vive en este barrio y hace unos pocos días, por la noche, venía un muchacho. Era entre las diez y las once de la noche. Él venía en su moto y saliendo de la calle lastrada del barrio hacia la calle principal, se detuvo para mirar si venía algún vehículo. Fue entonces, cuando pudo observar la presencia de un extraño hombre que se acercaba.
Al llegar casi al lugar en donde se encontraba. El hombre se agachó y se empezó a retorcer en el suelo. Parecía que su cuerpo se enrollaba como un caracol.
Entre tanto movimiento, de repente el hombre se convirtió en un perro de color café, que corrió hacia un terreno desocupado y misteriosamente
desapareció.
Ese perro era el Cadejos, que se le apareció al muchacho de la moto.