Eva Ruiz
Una historia en los cafetales de San Ramón, Alajuela:
Me encantaba ir a visitar los peones que trabajaban en la finca en San Ramón, cuando iban a la cogida de café yo era feliz detrás de ellos, viéndolos como agarraban el café y ¡de rápido que lo hacían! y yo decía: qué va… yo no me gano ni un cinco. También me gustaba ir a ver las vacas y ver a mi familia, comer, jugar con mis primos… yo fui muy feliz toda mi infancia ahí en San Ramón.
La finca era en San Ramón, se llamaba San Juan. Yo también iba con los primos hermanos míos que venían donde la abuelita. A mí me encantaba… y más cuando regresamos de allá, de San Juan. ¡No era tan tonta yo! Me quedaba en una esquina en la casa de abuela para que me dieran de comer…. “vení sentáte para darte un gallito… y ¡aquella comida me sabía!
Mi tía cocinaba con cocina de leña, había que recoger la leña y ayudar a acomodarlo… fue un tiempo muy lindo. En cocina de leña cocinábamos gallitos, olla de carne, arroz, frijoles. En la tarde no nos faltaba la olla de carne. Ya en la noche rezábamos el rosario y ya nos íbamos a dormir.
Yo me acuerdo que mi mamá me daba 50 céntimos y con eso 50 céntimos traía la carne y la verdura ¡50 céntimos! En aquellos tiempos, tan lindo todo y tan seguro. Uno corría en la calle con aquella tranquilidad ¡que lindo!