Skip to content

Futbol en Cafetales

WILLIAM GUERRERO

Una historia en los cafetales de Guadalupe, San José:

Yo vivía aquí en Guadalupe y aquí había mucho cafetal, iba a recoger café con mis tías, primos, jovencitos todos y era un vacilón. Uno llevaba una canasta y lo amarraba en la cintura y empezaba a coger café bien maduro. Yo nada más llegaba a ver, por vacilar, no necesitaba de trabajar, sino que estaba en la escuela, era para divertirme.

Llevaba uno un gallito, arroz, frijoles, huevo duro, tortilla. Ellos trabajaban desde la madrugada, como desde las 5 o 6 de la mañana, desayunaban antes de irse pero a las 10 de la mañana estaban almorzando. Ya paraban como a las 12 o 1 y se iban para la casa. A veces llovía entonces se ponían capas o bolsas plásticas para protegerse de la lluvia.

Casi todo el mundo tenía matas de café en los patios, pero no para vender, era como adorno. Las semillas se comen ¡de lo más rico saben! ¡Saben dulcitas! En Alajuela habían fincas grandes, había gente que llegaba hasta en caballo,
en carretas. El café tenía formas de peso, uno era quintales, cuartillos, medios cuartillos, cuartillos enteros, algo así. Eso se lo iban midiendo y le pagaban según lo recaudado del café. A mí no me pagaban ¡yo no iba a trabajar, yo iba
a ver, a ayudar! Pasaba más tiempo vacilando, comiendo café o me iba con lo amiguillos a correr por todo eso….a buscar bichos, picacaballos, tarántulas, grillos. A veces había unos bichillos que se llamaban mariasecas, son como
ramillas, y a veces picaban y hacen llagas ¡había que tener cuidado! A mí nunca me picaron, pero a veces caían en la jupa, o a veces uno las andaba en la espalda.

Hacíamos avioncillos de papel, los tirábamos ahí mismo en el cafetal, para jugar…. y cogíamos una bola, toda rota, toda despedazada, el pellejo ahí. O hacíamos una con papel, le poníamos mecate, le metíamos unas medias y ¡pa!, ¡comenzábamos a volar patadas ahí en el cafetal! Hacíamos portero, cuatro jugábamos, después jupas. Era para distraernos, mientras los papás, los tíos de uno recogían café, nosotros no hacíamos nada, solo jugar. También jugábamos a escondidas por las matas, quedó o estatua….Ya las 11 nos íbamos a comer. Ellos si comían en el cafetal porque estaban trabajando, pero nosotros no. Nosotros íbamos a vacilar, entonces nos decían ¡váyanse a la casa ya porque tiene que ir a comer! Y ya llegábamos a la casa, a veces también a alistarnos para ir a la escuela.

Los otros primos de eso vivían, era el trabajo de ellos, ajustar dinero para comprarse ropita para diciembre, zapatos, sombreros, se usaba mucho ese sombrero, el pañuelo ese rojo y azul en el pescuezo. Casi todo el mundo usaba camisa blanca y pantalón caqui o todo blanco y una faja de mecate. Andaban sin medias, muchos andaban descalzos, hasta cuando recolectaban café…. ¡casi todo el mundo andaba descalzo!

Usted ni lo sentía, porque la piel cuando camina sin zapato se hace más gruesa y hasta jugaban fútbol…. a veces se hacían unas uñotas que ¡hasta rompían las bolas! Las bolas era de puro cuero y pesaban y eran cocidas. Cuando se mojaban esas bolas con un bolazo le dolía a uno, ¡meterle una patada a una bola mojada de cuero sin zapatos le quebraba a uno el pie!

Había gente cogiendo café por todo lado, eso era como un hormiguero, más a fin de año, entre octubre, noviembre y diciembre que se coge el café. ¡Había gente que en dos toques cogía el café! También estaban las grandes carretas donde echaban el café, con los sacos de gangoche, unos sacos muy gruesos. En ese tiempo no se podían meter carros grandes, había un camino donde se metía carro pequeño también y lo llenaba, pero la mayoría de gente jalaba en carretas, eran más o menos de un metro, cuadrados y ahí iba todo el café. ¡Claro duraba esa carajada…. duraba esa carreta como dos horas llegando al ingenio, donde se recogía el café! Después lo ponían a secar en unas grandes.

Ya después de secado lo mandaban donde queman el café. El café era más puro antes, venía en bolsillas de papel ¡y olía de lo más rico! Vendían onzas, medias onzas, cuartillos, media libra, la libra…..en ese tiempo existía mucho la libra, ahora es el kilo, la libra pasó de moda.

Entonces se vendía media libra, la libra, un cuarto, dos onzas de café y después llegaban uno y se chorreaba en bolsitas, se le echaban 2, 3 cucharadas de café y ¡quedaba muy rico!



Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *